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El amor no es culpa de nadie

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    Sobre el libro El amor no es culpa de nadie contiene, ante todo, historias de vidas invisibles, es decir, vidas corrientes, aquellas sin héroes ni villanos. Vidas que, en realidad, son las verdaderamente heroicas, pues sus protagonistas deben enfrentarlas sin las armas ni las inverosímiles destreza e intrepidez de aquellos con que nos fustigan las producciones cinematográficas, sino con el temor, la incertidumbre y la vulnerabilidad propia de todos los humanos. En suma, historias que merecen ser reconocidas y, por tanto, narradas. Como aquella del octogenario a quien la muerte sorprendió sepultado bajo la lencería erótica de su finada esposa; la del comerciante meditabundo que abandonó la cárcel de su timidez sólo para poner fin definitivo a todo, la del hombre que nunca pudo olvidar a la primera mujer que, cuando niño, vio desnuda; o la de la chica que hizo todo lo que estuvo a su alcance para escapar a su destino. En suma, historias de hombres y mujeres a quienes, incluso hasta

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  INDICE   - Islas flotantes - - Al otro lado del más allá - - Don Quijote y la Bella Durmiente - - Una historia banal -  - La vida es una hamaca - - Marlén -  - Soldaditos de plomo - - El amor no es culpa de nadie - - Harapos nuevos - - Sin tú y otros amores de bolero - - Alemán -  - El autor -  - Comentarios y reacciones - - Enlaces externos - ©2020 Gerardo Corredor Todos los derechos reservados

Islas flotantes

 Islas flotantes ‘La gente sensata no se sabe divertir’ De: Kroeglopen Simon Carmiggelt          Melchor Colmenares realizó probablemente un acto de la mayor nobleza posible, y si bien no fue el único, sí fue el primero, que lo lamentó. ¿Que por qué? Pues porque no es, como se suele decir, ni como tú aún lo crees, que quien bien obra bien cosecha. Y a mi modo de ver, tampoco es necesario ni conveniente que lo sea. Eso también debió pensar Melchor poco antes de sucumbir bajo las notas del bolero con el que su hermano y su flamante esposa bailaban en su fiesta de matrimonio. Escúchame y te diré por qué.          Imagínate cómo serían el mundo y la vida si funcionaran con esa lógica. En primer lugar, la bondad no tendría ningún mérito, pues sería invariablemente recompensada, r

Al otro lado del más allá

  Al otro lado del más allá Y entonces ocurrió algo que siempre podemos esperar: ocurrió algo inesperado. A. L. Snijders (De taal is een hond)          No me gusta escribir sobre la policía ni sobre policías, y hasta la fecha nunca lo había hecho ni precisado hacerlo. Y si de mí hubiera dependido completamente, habría preferido mantener inalterada esta situación. Pero en este caso me fue imposible evitar que la citada entidad, más precisamente dos de sus sabuesos, se inmiscuyeran, así fuese en los postreros momentos, en los asuntos que me propongo narrar, y muy a pesar de que dicha intervención resultó ser de poca o nula utilidad, circunstancia que no me sorprende en absoluto. Y aunque a muchos esto les pueda parecer irreverente, se me ocurre que allí residen las razones por las cuales siempre he procurado permanecer alejado de tal entidad y sus agentes, tanto en la vid

Don Quijote y la Bella Durmiente

  Don Quijote y la Bella Durmiente         Desde el momento en que el doctor Ernesto Hidalgo empezó a mostrar las primeras señales de demencia, su esposa, doña Sofía, decidió no perderlo un sólo instante de vista por temor a que, en un instante de despreocupación o descuido, él saliera de la casa y se extraviara para siempre. A medida que, por fuerza, se fue habituando a esta nueva situación, doña Sofía se inventó y adoptó una ingeniosa serie de medidas bien intencionadas, que consistía ante todo en mentiras certeras y verdades imprecisas con las que lograba casi siempre mantenerlo a su lado, sin que él se diera cuenta de la farsa. Digo por fuerza porque si de ella hubiera dependido, habría dejado las cosas como estaban y nunca habría alterado nada en los rituales de la vida a la que, a sus avanzadas edades, ambos se habían habituado. Frecuentemente interrumpía sus quehaceres diarios para buscarlo en los dos pisos y las seis habitaciones de la casa cuando no lo veía; le preguntaba cosa

Una historia banal

 Una historia banal  Para Olguita                  Durante toda su vida de casada, doña Aída Ortega de Guzmán, quien era la esposa del ex alcalde de San Bernardo y a la vez mi madre, tuvo sólo una verdadera e íntima amiga. Se trataba nada más ni nada menos que de doña Nelly Bohórquez de Conde, esposa del, nada más ni nada menos, estanquero del pueblo, don Néstor Román Conde. Pero eso no era, desde luego, el secreto de su sólida amistad. Y ese vínculo, para ser sinceros, tampoco es el tema de esta narración. Lo que me propongo relatar es un suceso mucho más fútil, y le adelanto de una vez que lo que usted tiene ahora en sus manos no es otra cosa que una historia banal. Durante toda mi vida he asumido que todos y cada uno de nosotros somos dueños y portadores de algún recuerdo trivial, alguna historia banal. Esta es la mía.          Sea como sea, dedicaré alguna atención, tal vez más de la necesaria para aburrirlo, a la razón y al secreto de ese ejemplo de lealtad, y poco a

La vida es una hamaca

 La vida es una hamaca         Ni doña Isabelita de Garrido ni su cuñado Rafael podían saber, ni siquiera sospechar, que la de aquella tarde dominical sería la última despedida.         - Entonces recuerda que te esperamos el domingo para que celebres tu cumpleaños con nosotros - invitó ella con manifiesta alegría en su voz.         - Veré si puedo - repuso, aunque hubiera preferido rechazar la invitación, pues nunca comprendió el mérito que se atribuía al haber nacido por decisión de otros en una fecha y lugar puramente fortuitos.         - Nada de veré, Rafiquito. Los niños también te esperan. Ya te tienen un regalo. Mira que reunieron todo su dinero y yo les completé lo que les faltaba para comprar lo que eligieron para ti.         - ¿Qué me van a regalar? - indagó dirigiéndose a sus sobrinos.         - ¡Es un secreto! - exclamaron ellos al unísono.         - ¿Quienes vienen? - preguntó volviendo la mirada a su cuñada.         - No, nadie, sólo nosotros, y tu primo Víc

Marlén (o las conjugaciones del verbo Destino)

  Marlén (o las conjugaciones del verbo Destino) Para Marlén 'Alguien en este mundo aún piensa en ti.' (Alguien)         Marlén Benavídez llegó a nuestra casa un miércoles después de mediodía, y si mi madre se hubiera fijado en sus ojos se habría percatado de que venía sacándole el cuerpo a su destino. Pero desde luego que no lo hizo porque ella tenía otras preocupaciones, las mismas tribulaciones terrenales de todos los días de su vida de casada, aquellas que la agobiaban dieciséis horas al día desde que se levantaba hasta que, agotada mas no derrotada, posaba su cabeza sobre la almohada y en pocos segundos se dormía. Cuánto deseo hoy día que, por nuestra parte, nosotros, es decir mis hermanos y yo, hubiéramos sido menos torpes y hubiéramos sabido anticipar que, fuese como fuese, el destino la atraparía. Sí, cuánto lamento hoy día no haber podido predecir la emboscada que le tendería.

Soldaditos de plomo

  Soldaditos de plomo Para Gonzalo, él sabe por qué .          Ya antes de asistir por primera vez a la escuela, pero después de haber leído la definición de la palabra en la enciclopedia de su padre, Javier Rosales había decidido que la mejor profesión para alguien como él era la de ermitaño. Cuando expresó su deseo a sus padres, éstos lo sometieron prácticamente a un interrogatorio para cerciorarse de que su hijo había comprendido el significado de la palabra. Y efectivamente, Javier repitió la definición con tan madura precisión que no tuvieron más remedio que admitirlo. Y a pesar de que, para reforzar sus argumentos, no sólo les explicó que la palabra tenía un sinónimo, sino que les mencionó algunos de los más famosos eremitas, en su mayoría de la antigüedad, época en que ese oficio era más frecuente, sus padres le contestaron que podría llegar a serlo cuando fuera grande, pero que también

El amor no es culpa de nadie

 El amor no es culpa de nadie    Cuando me propuso matrimonio, tu papá tenía otras dos novias. Todas éramos mucho más jóvenes que él, que ya tenía 45 años, pero de las tres, yo, que acababa de cumplir los 20, era la menor. Muchos años más tarde, cuando, sin un motivo aparente, me lo confesó, lo único que me interesaba saber era por qué me eligió a mí. Me dijo que fue culpa de un poeta.     En aquel entonces él vivía en una hacienda que, sólo Dios sabrá por qué, le dio por llamar La Siberia, donde naciste tú. A mí me parecía un peladero sin gracia, pero para él tal vez su bendita hacienda fue el único lugar donde se sintió verdaderamente feliz mientras vivió; donde la felicidad no le costaba ningún esfuerzo; era como si le saliera a su encuentro cada mañana, como si todos los días sin falta lo estuviera esperando tras el primer árbol, en el fondo de un barranco o en medio del cafetal, a la sombra de los platanales, en la mirada triste de Azabache, su perro favorito; litera

Harapos nuevos

 Harapos nuevos (Un supuesto relato erótico) Para Nirko: La humildad te hizo libre. Quien te creó quiso compartirte con nosotros.      El destino, y no nosotros, es en definitiva el narrador de nuestras vidas. En consecuencia, todo lo que narro en las siguientes páginas ocurrió en realidad, pero eso no necesariamente significa que sea verdad. Porque de haber dependido exclusivamente de mí, es decir, si mi vida hubiera transcurrido exactamente como desde el mismo comienzo yo me lo había propuesto, entonces éste no sería un vulgar relato erótico, tal vez incluso pornográfico, sino una increíble y hermosa historia de amor. Aún lamento más que nadie, sí, incluso más que ella, que las cosas fueron tan diferentes. Pero cuando, seis años atrás, de la noche a la mañana, empecé a detectar las primeras señales de enamoramiento en

Sin tú, y otros amores de bolero

 Sin tú, y otros amores de bolero Für Elfchen "... daß das Leben schmecken soll wie deine Liebe, genau so wie deine Liebe."     Durante muchos años, los vecinos del barrio La Soledad se habían acostumbrado en tal grado a la paz que reinaba en su vecindario, que llegaron a considerarla prácticamente como un derecho anclado en alguna difusa ley natural. Hasta que, quince días antes de Semana Santa y una semana antes de las elecciones, ocurrió algo que los sacudió de su letargo. Ocurrió lo de don Esteban.    Lo de don Esteban, lo que había conmocionado a los habitantes del barrio era ni más ni menos que por dos días consecutivos el viudo octogenario no había ido a la panadería por su pan, no había bebido su café con leche en la cafetería de la familia Rendón, ni había tomado sus dos copas de aguardiente en el bar de doña Teresa Barragán, como acostumbraba a hacerlo antes de regresar a casa, donde lo esperaban su diario, su almuerzo y su siesta, y nadie lo había vis

Alemán

Alemán     Mi padre me enseñó las tres cosas más importantes que, a su juicio, todo hombre debe saber en la vida. Las dos primeras ya hace muchos años las olvidé. La tercera era que todo lo que hacen los alemanes está bien hecho. Todo, absolutamente todo sin excepción. Si lo ha hecho un alemán, solía decir y repetir, tenlo por seguro que está bien hecho. Y si lo han hecho dos, pues aún mejor, le replicaba a quien osara contradecirlo o pusiera en duda su juicio.      La consecuencia práctica de esta convicción era que siempre que en casa se necesitaba adquirir un aparato, bien sea porque aún no lo poseíamos y se necesitaba, bien sea para sustituir otro que se había estropeado, sin reserva alguna mi padre hacía las averiguaciones pertinentes para enterarse si existía uno de fabricación alemana. Y no cesaba sus indagaciones hasta persuadirse completa y definitivamente. De hallarlo, no escatimaba ningún esfuerzo para obtenerlo y lo adquiría al precio que fuese necesario. De no
  LISTA DE TERMINOS Y PALABRAS   Registro de términos de uso común hasta antes de la pandemia: Papel higiénico : artículo que hasta fines de la segunda década del siglo XXI tenía fines higiénicos, pero que a partir de la siguiente se empezó a emplear, por motivos para los cuales los historiadores nunca han hallado una explicación plausible, para combatir la pandemia causada por el Covid-19, con la que se dio comienzo a la definitiva higienización del planeta. Plausible : esa palabra está en cualquier diccionario. No sea tacaño y compre uno, y no sea vago y consúltelo. Le servirá mucho en fiestas de cumpleaños, aunque la use mal, pues casi nadie sabe qué significa y pocos saben que existe. Pussy grabbing : popular eslogan empleado en campañas electorales en ciertas repúblicas bananeras, al que, a falta de ideas, se recurre para incrementar las posibilidades de conquistar la presidencia del país. Pussy grabber : individuo que se considera con el derecho de meterles la

El autor

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 El autor El autor, Gerardo Corredor, nació en Colombia en 1948 y se radicó desde su temprana juventud en Holanda, donde se refugió de la descomposición social que le impedía ser feliz en su país. Ese deterioro no afectó en ningún momento el amor por su patria, pues, como él mismo lo expresa: " reconocer sus graves defectos no me impide amarla, pero amarla tampoco me impide reconocerlos ". En Holanda cursa estudios de escultura, literatura y traducción, y viaja. En total vive en cuatro países europeos: Holanda, Alemania, Inglaterra y España. Durante años trabajó como traductor en las lenguas española, holandesa, inglesa y alemana, principalmente en las áreas de periodismo, técnica y tecnología, derecho, finanzas, comercio e industria, con una que otra esporádica incursión en las áreas de la poesía y la música. Además, tradujo al español la novela 'Max Havelaar', una de las obras maestras de la literatura holandesa. No se considera un escritor, porque, conforme su

Comentarios

 Comentarios   Por favor, envíe sus comentarios a la siguiente dirección: convertaal@gmail.com Indique si no desea que se publique su nombre o su email. Gracias   *************************** Cómo explica esos títulos tan raros que no tienen nada que ver con el contenido de los cuentos? Por ejemplo, Islas flotantes, La vida es una hamaca. Por qué no pone títulos que sirvan para que los lectores podamos formarnos una idea del tema tratado? Ismael E. Bedoya, Salamanca (29 de mayo de 2021)   Respuesta: los títulos que asigno a los cuentos no necesariamente tienen relación directa con su contenido. Son sencillamente nombres, exactamente como los nombres que los padres dan a sus hijos. Bien considerado, tienen más relación con los progenitores que con su prole, y aquellos los eligen porque les agradan, sin tomarse la molestia de consultarlo con el designado, quien en la mayoría de los casos aún no ha nacido y, por tanto, no tiene la menor idea de lo que le espera.    *************    Algunos